lunes, 27 de febrero de 2023

Caminando juntos

Evangelio del Domingo

Caminando juntos (Mateo 17, 1-9)


Cuando Jesús comenzó a hablar a los discípulos de que tenía que padecer y morir en Jerusalén, quiso darles un signo que fortaleciera su esperanza en los momentos duros. Se llevó a Juan, a Pedro, y a Santiago a una montaña alta y allí se transfiguró delante de ellos, mostrándole el verdadero resplandor de su divinidad. Aquella experiencia religiosa fue profunda y sentida, llenó su corazón de una paz y una luz que nunca habían experimentado. Fueron unos instantes o unas horas, no sabemos; fue Jesús el que los forzó a volver a la vida cotidiana, al anuncio cotidiano del evangelio, a vivir desde la voluntad del Padre la sucesión de las horas y los días.

La cuaresma, nos dice el papa Francisco, es como este camino que lleva a los discípulos a acoger en un encuentro personal y comunitario la luz de Jesucristo. Hemos de encontrar, tal vez en las mismas actividades cotidianas, la manera de poner en el centro de nuestros sentimientos y nuestras ideas al Señor; hemos de encontrar momentos de soledad compartida para abrir nuestras ventanas y que nos inunde el aire fresco del Evangelio; pero, después, hemos de volver a nuestra vida cotidiana a seguir dando testimonio de nuestra fe. No podemos aferrarnos ni fundar nuestra fe en experiencias extraordinarias; es en la vida corriente, en la ambigüedad de lo cotidiano, donde tenemos que vivir nuestro encuentro con el Señor.

Señor, que encontremos momentos de Tabor para acoger y vivir tu luz en la familia, en el trabajo, en el barrio, con nuestros hermanos, y caminar juntos hacia tu Reino.


lunes, 20 de febrero de 2023

El pecado mata

Evangelio del Domingo

El pecado mata (Mateo 4, 1-11)


Comprendemos mal lo que significa el pecado. A veces, entendemos por pecado la transgresión de alguna norma moral o de los deberes cristianos que, en sí misma, no nos suele parecer grave. Pero el pecado mata. 

Mata el odio del xenófobo violento; y todos los que ven al migrante como un potencial peligro, más que como un hermano, de alguna manera, alientan ese odio. Mata la lascivia tiránica del violador; y todos lo que viven o alientan una cultura que separa la sexualidad de la afectividad, de alguna manera, están alentando esa lascivia. Mata el egoísmo del explotador; y todos los que viven el dinero y el poder como el sentido de su vida, de alguna manera, están justificando ese egoísmo homicida. Mata el creer que somos Dios, dueños de nosotros mismos, sin tener que dar cuentas de nuestros actos.

El pecado mata la inocencia de los niños, las ilusiones de los adolescentes, la creatividad de los jóvenes, la fecundidad de las familias, la serenidad de los ancianos. Algunas veces esa colaboración con el homicidio es lejana; otras, es directa y acaba manchándonos de por vida.  Por eso, la Iglesia nos invita a que vivamos alentando, en nosotros mismos y en nuestro pueblo, la civilización del respeto y del amor.

La dejación de responsabilidad de las autoridades públicas que provoca que las familias sencillas sufran por estar al pairo de los violentos y los explotadores, también es pecado que mata.


martes, 14 de febrero de 2023

Motivo de perdón

Evangelio del Domingo

Motivo de perdón (Mateo 5, 38-48)

Motivos para guardar rencor a quien nos hizo mal todos tenemos. Sentimos que no nos trataron con justicia en aquella ocasión concreta, ya que éramos mejores que todos los demás. Sentimos que se nos clava todavía en el alma aquella palabra o aquel gesto de desprecio, o aquel silencio o la ausencia de un gesto de aprecio. Nos hicieron daño y nos “recreamos” una y cien veces en aquella maldad que sufrimos. Pero tenemos también muchos motivos para el perdón, y nos es tan necesario vivir desde la reconciliación...

Se nos ha regalado la vida y el amor con que nos han amado y nos aman los nuestros. El don continuo de poder acoger y entregar un amor profundo puede, y debe, relativizar toda oscuridad en nuestra vida. Es más, nos da poder para iluminar la oscuridad de quien necesita imponerse a los otros, o ser más que nadie, para poder aceptarse a sí mismo. Cuando tienes “lo más” no te debe importar lo que “no tiene peso”.

El mayor motivo para vivir reconciliados y ofreciendo reconciliación es el reconocer Quién nos ha ofrecido esos dones de la vida y del amor.  No, no se deben a tu bondad; tampoco a la bondad de quien te quiere o de a quien tú quieres. El amor es un misterio hondo profundo que no se explica desde la naturaleza. El amor que cada uno vivimos es regalo personal de la fuente misma del amor. Dios es amor. ¿Cómo no vivir ofreciendo perdón si Dios, al que ni los cielos pueden contener, se ha hecho hombre para colmar de amor nuestra vida?



lunes, 6 de febrero de 2023

Libertad verdadera

Evangelio del Domingo

Libertad verdadera (Mateo 5, 17-37)

Hace ya algunos años tuve una conversación con un muchacho de unos quince años, ya es un hombre. Me dijo que quería ser médico; me sorprendió. Pero un poco más adelante me comentó que la profesora de matemáticas le “caía muy mal” y que no iba a estudiar ya más matemáticas... Yo le espeté que nunca iba a ser médico como era su intención. Sin aprobar las matemáticas del bachillerato no podría, siquiera entrar en la universidad y menos tener nota para acceder a la facultad de medicina.

Confundimos tener libertad con dejarnos arrastrar por nuestros impulsos más básicos, tantas veces manipulados por las distintas instancias de poder.

Ser libre es vivir desde y hacia lo mejor de nosotros mimos; acoger la vida que se nos entrega para poder, también nosotros, entregar vida; ser libre es aceptar ser esclavo, por amor, de quien pone su vida en nuestras manos; ser libre es el misterio más hondo y profundo de nuestras vidas.

No dejes que tus sentimientos, ni tus pasiones, ni tu afán de seguridad te aten; no dejes que un afecto mal entendido de los demás te mediatice. Busca siempre lo mejor de ti mismo para entregarlo a quien te da y te ha dado todo. Ser libre es vivir en amor. Ser libre es fácil y exigente a la vez.

Entiendo que muchos tienen un concepto demasiado mundano de Dios y no me entenderán. Pero ser libre es vivir en Dios.