miércoles, 27 de diciembre de 2023

Navidad, abrazo de Dios

Domingo 31 de diciembre

Abrazo de Dios (Jn 1,1-18).


La Navidad celebra el abrazo interminable que Dios ha querido darnos a cada uno de nosotros; en nuestras miserias y limitaciones, en nuestras capacidades; en nuestros días grises y en los luminosos; Dios nos ha abrazado y nos abraza en su Hijo Jesucristo. El Padre eterno al enviar a su Hijo a que naciera hecho hombre quiso adoptarnos como hijos suyos en su Hijo. Porque hace 2000 años fue Navidad, nadie tiene porqué sentirse solo y abatido. Dios nos abraza y nos acoge. 

No nació en un palacio, ni en una casa rica y lujosa; sino en un pesebre, en un pequeño establo. Desde el primer día, a pesar de ser él la fuente de la pureza, vino rodeado de la inmundicias de los animales, llenándolo todo con la luz del amor que despertaba en todos. Se hizo hombre sabiendo de nuestras contradicciones y nuestro pecado. Se hizo hombre asumiendo la pobreza y la marginación de los últimos, para, desde ahí, abrazarnos a todos.

Nadie podría haber imaginado que el Dios, a quien los cielos no podían contener, quisiera hacerse hombre. Nadie pudo imaginar que hubiese querido nacer en la más radical pobreza. Pero una vez que así lo hizo no podemos ya imaginarlo de otra manera. ¿Qué Dios sería Dios si no se hubiera hecho cercano a los más pobres? ¿Qué Dios sería Dios si no hubiera compartido su suerte con los marginados y se hubiese quedado dando lecciones desde una vida cómoda y sin dificultades? San Pablo lo explicó: la debilidad de Dios es más fuerte que los hombres.




martes, 19 de diciembre de 2023

Pequeñas y grandes esperanzas

Domingo 24 de diciembre

Pequeñas y grandes esperanzas (Jn 1,67-79).



- José, en el camino de Ani Karen hasta Nazaret he venido pensando muchas cosas. Isabel y Zacarías han visto cumplido su anhelo profundo de ser padres. Además, el Altísimo les ha anunciado que su hijo será alguien importante en la historia de nuestro pueblo, un profeta como el profeta Elías. Yo también veré cumplido el deseo de toda mujer de tener un hijo; y además los dos sabemos que este niño es hijo del Todopoderoso. Pero tú, José... el deseo de todo hombre es tener un hijo que continúe su familia y su sangre. No sé cómo te sientes.

-Es difícil de explicar, María. Antes de que te quedaras encinta yo te amaba muchísimo; eras el sol de mi vida; contigo todo encontraba su verdadero sentido. Cuando me dijiste que estabas embarazada el mundo se me desplomó encima. Después que me visitara el ángel del Señor todo cambio. Antes pensaba que no te merecía, ahora pienso que no te merezco en nada en absoluto; antes me preocupaba cómo sacar adelante nuestra familia en medio de tanta violencia y pobreza, ahora me tiemblan las piernas de pensar que tengo bajo mi responsabilidad cuidar al hijo del Altísimo; antes soñaba con tener un hijo contigo, ahora sueño cómo será el hijo que criemos para que sea el Mesías de Dios. Todo se ha hecho más hermoso y difícil a la vez.

- Y, ¿no vas a echar nada de menos?

- No lo sé. Pero mirando tu rostro María, y mirando al hijo de tus entrañas el mundo se paraliza. No sé más; y, a decir verdad, no quiero saber nada más.


lunes, 11 de diciembre de 2023

Encargo de vida

Domingo 17 de diciembre

Encargo de vida (Jn 1,6-28).


- Zacarías me ha dicho que él presiente que nuestro hijo va a tener una gran misión en la vida. Que no será un hombre cualquiera. Que será como uno de los profetas del Altísimo.

- Todos los niños serán personas con una misión importante en su vida. Dios que nos creó de la nada no hace nada sin motivo. Tú y yo también tenemos una misión, Isabel.

- Nosotras somos mujeres. ¿Qué misión vamos a tener? Si ni siquiera se preocupan de que sepamos leer las Escrituras.

-Tú ya tienes la misión de educar a un profeta; ¿no has dicho eso? ¿Qué puede haber más importante que colaborar con la voluntad de Dios? Un profeta ha de ser fuerte y valiente; tierno y veraz; capaz de denunciar la hipocresía y de consolar al que sufre. ¿Esa es misión fácil?

- Ojalá sepa educar así a mi hijo: fiel a Dios y con un corazón bondadoso.

- Yo también tengo la certeza de que mi hijo será alguien muy importante. No me preguntes por qué, pero será así. También mi misión será que crezca en sabiduría y en gracia. Nosotros no sabemos los caminos de Dios. Solo cada persona en diálogo personal con el Altísimo y acogiendo su presencia en la vida puede ir sabiendo qué es lo que Dios le pide. Que nuestro cariño constante sea la puerta abierta al amor de Dios en su vida; que nuestra integridad y sinceridad sea transparencia por la que Dios pueda hablarles.

El hijo de Isabel supo que era la voz que clama en el desierto. El Hijo de María escuchó del cielo: “Este es mi Hijo amado; escuchadlo.”


lunes, 4 de diciembre de 2023

El deseo mayor

Domingo 3 de diciembre

El deseo mayor (Mc 1,1-8).


- El deseo mayor de un padre es que sus hijos crezcan y maduren en el amor. Más de lo que él mismo ha podido vivir. Así lo hemos intentado hacer nosotros con tu mujer, con María; y así, José, lo tenéis que hacer vosotros con lo que nazca.

- Joaquín tenga por seguro que así lo intentaremos. Pero en este mundo de hoy hay tantos caminos por los que desviarse. Antes que los niños aprendan a hablar y a comprender las cosas ya las pantallas les dicen las cosas que han de tener, las experiencias que han de vivir. Cuando nosotros nos criábamos, me parece que todo era más fácil.

- Los caminos rectos nunca son fáciles de acoger, en unos tiempos y en otros. Tendrás que alejar a tu hijo del odio y de la violencia; y, sobre todo, de la tentación de usar al otro para sus caprichos y beneficios. Esas sendas son anchas, pero muchos se pierden por ellas. Tendrás que enseñarles los caminos del Señor.

-Joaquín, lo que más me gusta de tu hija, de María, es que habla siempre del Espíritu del Señor. Y ella me explica que es el Espíritu el que dentro de nosotros nos va impulsando hacia el bien, que con el Espíritu amar y ayudar es fuente de alegría...

-Sí, sí. María es muy, muy buena, pero también muy idealista, siempre cantando, siempre alegre. Los viejos tenemos otra mentalidad, más del orden y de la ley. Tú tendrás que custodiar esa gracia y ese don que ella tiene. Es un tesoro del que algunos pueden abusar. Tú has de ser custodio del niño y de su madre.