martes, 27 de junio de 2023

Consagrados al Señor

Domingo 2 de julio

Consagrados al Señor (Mt 10, 37-42).


La vocación de consagración ha sido y es una inmensa riqueza de la comunidad cristiana. Desde la tradición judía hubo personas que se consagraron a cumplir la voluntad de Dios aceptando renunciar a su familia e, incluso, a crear su propia familia, con todo lo que ello conlleva. El ministerio profético, muchas veces exigió ser asumido desde la consagración de toda la persona a la misión. Una vida itinerante, insegura, exponiéndose a la persecución, vivida en pobreza radical, como la de Jeremías, Elías o Juan el Bautista, no era compatible con tener la propia familia. La grandeza y el amor de Dios llenaba su alma.

En nuestra iglesia sigue habiendo hombres y mujeres que acogen la llamada a consagrarse por entero a la misión y a la voluntad de Dios. A ejemplo del evangelista Juan, de san Pablo y de muchos de los primeros evangelizadores, los sacerdotes, las religiosas, hombres y mujeres llamados a la misión entre los más pobres acogen la consagración al Señor como un don. La comunidad cristiana ha de acoger su entrega al servicio como un don.

Todo don personal es también una tarea. Por parte de la persona que se consagra para ser fiel a una vocación exigente y radical. También para la comunidad creyente es un don y una tarea. Las familias y las comunidades han de cuidar que sus jóvenes puedan abrirse a la hermosura y la grandeza de un amor de consagración que nos hace vivir más allá, incluso, de lo que somos.


lunes, 19 de junio de 2023

Preparar el camino

Domingo 24 de junio

“Preparar el camino” (Lc 1,5-17).


La misión de Juan el Bautista fue la de preparar el camino al Señor, así lo reconoce él mismo en el evangelio. Quizás sea esa la misión de cada uno de nosotros: “Preparar el camino para que los demás puedan abrirse a la salvación que el Señor trae a sus vidas.” 

Ya quisiéramos algunas veces ser palomas que vuelen al corazón de quién queremos para que abandonen las actitudes con las que se destruyen y hacen daño, pero no está en nuestro poder. Abrir las puertas al Señor de la verdad dejando a un lado las ideologías que enfrentan y laminan la fraternidad está, solo, en la voluntad de la persona y en el amor de Dios. Acoger la bondad de la Creación y los gestos de amor de los demás para que nuestro corazón siga los latidos de la Vida, solo está a disposición de uno mismo. Reconocer nuestras debilidades y nuestros pecados, abrazar nuestra impotencia para dejar que Dios se haga fuerte en nuestra debilidad, solo lo puede hacer cada uno.

Pero sí podemos ser “Juan el Bautista”. Con nuestro testimonio humilde y valiente, con nuestras palabras sencillas y significativas, con nuestra denuncia de lo que deshumaniza y nuestros gestos de acogida incondicional podremos preparar el camino para que quién está cerrado al amor de Dios encuentre motivos para preguntarse si podrá ser que este mundo tenga sentido y que el ansia de luz que tiene en su corazón tenga respuesta.

lunes, 12 de junio de 2023

Sobre alas de águila

Domingo 18 de junio

“Sobre alas de águila” (Mt 9, 36-10, 8).


“Os he llevado sobre alas de águila”, le dice el Señor a su pueblo para animarlos a afrontar el camino hacia la tierra prometida. Una imagen bellísima que hace referencia a los polluelos de águila, que cuando se inician en el vuelo, si se desequilibran y comienzan a caer, alguno de sus padres vuela debajo de ellos y con el aire del vuelo de sus alas, les dan el equilibrio y el impulso que necesitan para seguir volando; sin tocarlos –porque eso sería fatal-, sin que lo sepan, están pendientes de ellos y los siguen cuidando.

Así el Señor nos cuida a nosotros. Nos envía con su misma misión de anunciar el evangelio a los pobres, con nuestras palabras y nuestras acciones. Pero sabe de nuestras fragilidades, de lo fácil que confundimos el bien con nuestros propios deseos, el mal con el dolor que causan nuestras propias heridas. Él también, como el águila, nos incita a volar, nos llama a poner toda nuestra energía y creatividad en ir construyendo un mundo que sea una mesa de hermanos donde se comparte el pan, a vivir en plena comunión con él. Y cuando nos desviamos, cuando perdemos el camino, sin que lo sintamos exteriormente, nos ayuda a seguir caminando en la senda que él abrió.

“La mies es mucha y los trabajadores son pocos”, pero no te preocupes, que el que te llama a seguirlo, en lo concreto de tu vida se hará presente, y te mostrará su protección. Salta del nido y vuela, que para volar hemos nacido.


lunes, 5 de junio de 2023

Prueba de vida

Domingo del Corpus

Prueba de vida (Jn 6, 51-58).

La forma pagana de creer en Dios lo entiende como ajeno a nuestra vida; nosotros, con ofrendas y sacrificios, podemos ganarnos su favor. Así lo viven muchas personas. El creyente entiende a Dios cerca de nosotros, acompañándonos en el camino de nuestra vida, protegiéndonos en todo momento, y dejando que desde nuestra libertad crezcamos y maduremos como personas.

Es coherentemente paradójico cómo, los que creemos en Dios, vemos las dificultades de nuestra vida, las enfermedades y los problemas como pruebas de un Dios que nos ama y nos protege. Dios nos quiere y nos acompaña en ellas, no nos quiere niños malcriados que no saben amar. El Señor quiere que aprendamos a amar, y en algunos momentos las lecciones son duras.

La eucaristía, sacramento del cuerpo de Cristo entregado en la cruz y resucitado por nosotros, es signo de esta realidad amantemente contradictoria. La eucaristía nos acompaña en nuestras debilidades y nuestras alegrías, en nuestras dificultades y nuestras fortalezas, en lo íntimo de nuestro corazón y, en estos días, haciéndose presente en las calles y barrios de nuestros pueblos. 

Dios no espera que vayamos a verlo, él se adelanta siempre, viene a buscarnos para acompañarnos y para que hagamos de toda nuestra vida un camino de fe, en el que acoger a Dios y a los más pobres, en el que alabar su bondad.