lunes, 29 de agosto de 2022

Sacrum facio

 Evangelio del Domingo

Sacrum facio (Lucas 14, 25-33)



Sin él nada valioso ni bueno viene a nuestra vida. Es la puerta de lo que más plenitud y alegría puede darnos.

Es la muestra de tu propia valía; sin afrontarlo ni tu amor, ni tu amistad, ni tu propia vocación puedes decir que es verdadera.

Cuando te decides a aceptarlo una paz grande te inunda; nadie puede arrancarte nada porque te has entregado, voluntariamente, a ti mismo.

Toda nuestra vida en él se sustenta. Por nosotros lo hicieron y lo hacen; y solo seremos personas plenas si por los otros lo hacemos.

Perseguir tus sueños, compartir tu amor, acoger la gracia de Dios tienen que pasar por él.

Si has encontrado algo tan hermoso que merece la pena sufrir por ello, podrás ser una persona profundamente feliz.

Cuánta luz vive una persona que es capaz de pasar por la noche oscura con la esperanza de ver, de nuevo, amanecer.

Solo cuando vives la plenitud del amor estás dispuesto a sacrificarte por quien quieres, y no para conseguir nada a cambio sino para que quien amas, tenga vida. Esa es la palabra que había que adivinar: sacrificio.


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