miércoles, 27 de diciembre de 2023

Navidad, abrazo de Dios

Domingo 31 de diciembre

Abrazo de Dios (Jn 1,1-18).


La Navidad celebra el abrazo interminable que Dios ha querido darnos a cada uno de nosotros; en nuestras miserias y limitaciones, en nuestras capacidades; en nuestros días grises y en los luminosos; Dios nos ha abrazado y nos abraza en su Hijo Jesucristo. El Padre eterno al enviar a su Hijo a que naciera hecho hombre quiso adoptarnos como hijos suyos en su Hijo. Porque hace 2000 años fue Navidad, nadie tiene porqué sentirse solo y abatido. Dios nos abraza y nos acoge. 

No nació en un palacio, ni en una casa rica y lujosa; sino en un pesebre, en un pequeño establo. Desde el primer día, a pesar de ser él la fuente de la pureza, vino rodeado de la inmundicias de los animales, llenándolo todo con la luz del amor que despertaba en todos. Se hizo hombre sabiendo de nuestras contradicciones y nuestro pecado. Se hizo hombre asumiendo la pobreza y la marginación de los últimos, para, desde ahí, abrazarnos a todos.

Nadie podría haber imaginado que el Dios, a quien los cielos no podían contener, quisiera hacerse hombre. Nadie pudo imaginar que hubiese querido nacer en la más radical pobreza. Pero una vez que así lo hizo no podemos ya imaginarlo de otra manera. ¿Qué Dios sería Dios si no se hubiera hecho cercano a los más pobres? ¿Qué Dios sería Dios si no hubiera compartido su suerte con los marginados y se hubiese quedado dando lecciones desde una vida cómoda y sin dificultades? San Pablo lo explicó: la debilidad de Dios es más fuerte que los hombres.




martes, 19 de diciembre de 2023

Pequeñas y grandes esperanzas

Domingo 24 de diciembre

Pequeñas y grandes esperanzas (Jn 1,67-79).



- José, en el camino de Ani Karen hasta Nazaret he venido pensando muchas cosas. Isabel y Zacarías han visto cumplido su anhelo profundo de ser padres. Además, el Altísimo les ha anunciado que su hijo será alguien importante en la historia de nuestro pueblo, un profeta como el profeta Elías. Yo también veré cumplido el deseo de toda mujer de tener un hijo; y además los dos sabemos que este niño es hijo del Todopoderoso. Pero tú, José... el deseo de todo hombre es tener un hijo que continúe su familia y su sangre. No sé cómo te sientes.

-Es difícil de explicar, María. Antes de que te quedaras encinta yo te amaba muchísimo; eras el sol de mi vida; contigo todo encontraba su verdadero sentido. Cuando me dijiste que estabas embarazada el mundo se me desplomó encima. Después que me visitara el ángel del Señor todo cambio. Antes pensaba que no te merecía, ahora pienso que no te merezco en nada en absoluto; antes me preocupaba cómo sacar adelante nuestra familia en medio de tanta violencia y pobreza, ahora me tiemblan las piernas de pensar que tengo bajo mi responsabilidad cuidar al hijo del Altísimo; antes soñaba con tener un hijo contigo, ahora sueño cómo será el hijo que criemos para que sea el Mesías de Dios. Todo se ha hecho más hermoso y difícil a la vez.

- Y, ¿no vas a echar nada de menos?

- No lo sé. Pero mirando tu rostro María, y mirando al hijo de tus entrañas el mundo se paraliza. No sé más; y, a decir verdad, no quiero saber nada más.


lunes, 11 de diciembre de 2023

Encargo de vida

Domingo 17 de diciembre

Encargo de vida (Jn 1,6-28).


- Zacarías me ha dicho que él presiente que nuestro hijo va a tener una gran misión en la vida. Que no será un hombre cualquiera. Que será como uno de los profetas del Altísimo.

- Todos los niños serán personas con una misión importante en su vida. Dios que nos creó de la nada no hace nada sin motivo. Tú y yo también tenemos una misión, Isabel.

- Nosotras somos mujeres. ¿Qué misión vamos a tener? Si ni siquiera se preocupan de que sepamos leer las Escrituras.

-Tú ya tienes la misión de educar a un profeta; ¿no has dicho eso? ¿Qué puede haber más importante que colaborar con la voluntad de Dios? Un profeta ha de ser fuerte y valiente; tierno y veraz; capaz de denunciar la hipocresía y de consolar al que sufre. ¿Esa es misión fácil?

- Ojalá sepa educar así a mi hijo: fiel a Dios y con un corazón bondadoso.

- Yo también tengo la certeza de que mi hijo será alguien muy importante. No me preguntes por qué, pero será así. También mi misión será que crezca en sabiduría y en gracia. Nosotros no sabemos los caminos de Dios. Solo cada persona en diálogo personal con el Altísimo y acogiendo su presencia en la vida puede ir sabiendo qué es lo que Dios le pide. Que nuestro cariño constante sea la puerta abierta al amor de Dios en su vida; que nuestra integridad y sinceridad sea transparencia por la que Dios pueda hablarles.

El hijo de Isabel supo que era la voz que clama en el desierto. El Hijo de María escuchó del cielo: “Este es mi Hijo amado; escuchadlo.”


lunes, 4 de diciembre de 2023

El deseo mayor

Domingo 3 de diciembre

El deseo mayor (Mc 1,1-8).


- El deseo mayor de un padre es que sus hijos crezcan y maduren en el amor. Más de lo que él mismo ha podido vivir. Así lo hemos intentado hacer nosotros con tu mujer, con María; y así, José, lo tenéis que hacer vosotros con lo que nazca.

- Joaquín tenga por seguro que así lo intentaremos. Pero en este mundo de hoy hay tantos caminos por los que desviarse. Antes que los niños aprendan a hablar y a comprender las cosas ya las pantallas les dicen las cosas que han de tener, las experiencias que han de vivir. Cuando nosotros nos criábamos, me parece que todo era más fácil.

- Los caminos rectos nunca son fáciles de acoger, en unos tiempos y en otros. Tendrás que alejar a tu hijo del odio y de la violencia; y, sobre todo, de la tentación de usar al otro para sus caprichos y beneficios. Esas sendas son anchas, pero muchos se pierden por ellas. Tendrás que enseñarles los caminos del Señor.

-Joaquín, lo que más me gusta de tu hija, de María, es que habla siempre del Espíritu del Señor. Y ella me explica que es el Espíritu el que dentro de nosotros nos va impulsando hacia el bien, que con el Espíritu amar y ayudar es fuente de alegría...

-Sí, sí. María es muy, muy buena, pero también muy idealista, siempre cantando, siempre alegre. Los viejos tenemos otra mentalidad, más del orden y de la ley. Tú tendrás que custodiar esa gracia y ese don que ella tiene. Es un tesoro del que algunos pueden abusar. Tú has de ser custodio del niño y de su madre.


lunes, 27 de noviembre de 2023

Esperando en adviento

Domingo 3 de diciembre

Esperando en adviento (Mc 13,33-37).




-- Entonces, José, ¿para cuándo esperáis al niño?

-- Muy pronto faltan solo algunas semanas.

-- Ya estaréis nerviosos preparándolo todo. Tener un hijo es una ilusión grande. Yo creo que verdaderamente más grande no hay otra.

-- Sí; estamos muy ilusionados, pero a la vez preocupados. Tener un hijo es una responsabilidad, y cuando son tan pequeñitos, y tan frágiles, y sin saber decirte lo que les pasa o dónde les duele si se ponen malitos...

--Bueno, bueno; quizás es peor cuando ya saben hablar y salen y entran solos... Oye, ¿cuándo os mudáis al piso? Porque vivir en la habitación de un piso compartido y con un niño pequeño tiene que ser un lío.

--Ya estamos mudándonos. El piso es pequeño, pero por lo menos tendremos una cocina y un cuarto de baño para nosotros solos. La verdad es que lo estamos preparando todo con mucha ilusión. María y yo hemos hablado con su madre y le hemos pedido que no fume en el piso cuando se quede cuidándonos al niño, que no es bueno que el pequeño se críe con esos vicios a su alrededor. Yo ya lo he dejado. También hemos decidido dejar de hablarnos en un tono tan alto. Tú ya sabes las voces que doy yo para cualquier cosa. Y me dice María que el niño, en su vientre, se pone nervioso cuando escucha voces grandes...  Intentaremos ser unos buenos padres.

--Vais a ser unos padres magníficos. María y tú os queréis mucho, y sois muy buenas personas. Ya verás como todo va muy bien. ¿Qué nombre habéis elegido para el niño?


lunes, 20 de noviembre de 2023

Un grito hondo

Domingo 26 de noviembre

Un grito hondo (Mt 25,31-46).


El sufrimiento del pobre, del inocente maltratado, del que sufre provoca en nosotros un grito hondo que nuestro corazón no puede dejar de escuchar. Ese grito, silente y ensordecedor, nos hace personas.

La revelación bíblica ha mostrado siempre que el clamor del pobre llega a los oídos de Dios. Y Dios llama a hombres y mujeres para que sean sus manos de misericordia y sus labios de consuelo. Así hizo con Moisés cuando desde la zarza ardiente lo envió a liberar a su pueblo que sufría esclavitud en Egipto. Así lo hizo con los profetas cuando clamaban contra la injusticia y la impiedad de los poderosos de Israel. La plenitud de la revelación, el Verbo hecho carne, Jesucristo lleva hasta lo inaudito esta verdad: “Tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; estuve enfermo o en la cárcel y vinisteis a verme”. Jesucristo nos revela su presencia real en la persona sufriente, la presencia real de Dios en quien necesita de nuestra ayuda y consuelo.

¿Qué manera de ser tiene Dios para identificarse real y personalmente con el que sufre? ¡Qué distinto el Dios verdadero de aquellos ídolos, que quieren suplantarlo, y en nombre de los cuales se maltrata o se asesina! 

Manos y ojos misericordiosos por toda la eternidad, ese es el Dios verdadero, el Padre de Nuestro Señor Jesucristo. Permítenos, Señor, acercarnos a ti, al pobre humildemente.


martes, 14 de noviembre de 2023

Creatividad o miedo

Domingo 19 de noviembre

Creatividad o miedo (Mt 25,14-30).

Quien te da confianza te impulsa a vivir con creatividad y esfuerzo, recreándote en lo que haces.

La fe tiene una fuerza grande para movilizar las energías que tenemos ociosas por miedo o por pereza, y nos hace vivir en el sentido humano de la palabra. Quien se siente amado y acogido incondicionalmente, quien sabe respetado por lo que es y por lo que hace, quien se siente enviado a la tarea de recrear el mundo, tiene el corazón tranquilo, y los pies, las manos y la cabeza siempre en movimiento. Por el contrario, cuando vivimos con miedo, nuestro corazón sufre de arritmia improductiva: “Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder mi talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo.”

Si Dios está con nosotros ¿quién estará contra nosotros? Si es el propio Espíritu del Señor quien pone en tu corazón el afán por hacer cosas nuevas, por ayudar a las personas, por llevar adelante tus proyectos... ¿a qué esa parálisis de viejo prematuro? Sigue de cerca a Jesucristo y descansa en Él

La vida crece y se rejuvenece con las ilusiones que nos mueven. No temas afrontar los retos de tu vida; actúa con prudencia y sé concienzudo en lo importante; no te importe echar tiempo en aquello a lo que te sientes llamado. Al final de tu vida podrás presentarte ante Él con las manos curtidas y con el corazón lleno de nombres.


lunes, 6 de noviembre de 2023

lucidez cristiana

Domingo 12 de noviembre

Lucidez cristiana (Mt 25,1-13).

En el evangelio del próximo domingo Jesús nos propone una parábola en la que 5 muchachas precavidas y 5 descuidadas esperaban para un banquete de bodas. Como el novio tardaba mucho, todas se quedaron dormidas. Cuando vino el novio las precavidas tenían aceite para que sus lámparas dieran luz; las descuidadas, por tener que ir a comprarlo, se quedaron fuera de la fiesta nupcial.

Todos los que seguís estas pequeñas reflexiones al evangelio del domingo estáis entre las muchachas precavidas; os preocupa estar atentos a lo que la fe nos dice para acogerlo en nuestra vida. Pero no está de más recordarnos que no es el mucho saber sobre la Biblia y la fe lo que nos da la vida, sino descubrir a Jesús que viene en los acontecimientos concretos y cotidianos, descubrir a Jesús que nos va aleccionando y alentando en cada persona con la que nos cruzamos.

Jesús está presentes en los momentos sencillos de tu familia; en lo que compartes con tus amigos; en lo que ocurre en tu barrio y en el mundo. Hasta en los acontecimientos de la política (y mira que nos tienen hartos). Busca en todo ello el camino de la ternura y la sinceridad, el de la justicia y la fraternidad, el de la honradez y el bien común. Estate atento a quien siembra odio y violencia, a quien cambia la verdad según sus intereses, a quien solo se sirve a sí mismo. La fe no solo es piedad al rezar, es también lucidez cristiana al conducir nuestra vida.


lunes, 30 de octubre de 2023

Ministro viene de "minus"

Domingo 5 de noviembre

Ministro viene de “minus” (Mt 23, 1-12).

La raíz etimológica de ministerio, que ya en latín significa “servicio”, tiene una connotación todavía más radical. Ministerio viene de “minus”, menor. Y, sin embargo, a veces parece que quien ejerce un ministerio se llena de dignidad y poder, y se considera por encima del resto de las personas. Y esto, tanto en el ámbito de lo civil, como en el de lo eclesiástico. Fijaos en cómo el papa Francisco denuncia, en una intervención de preparación para el Sínodo, las actitudes despóticas que podemos tener los clérigos, los ministros de la Iglesia: 

“Los miembros de la Jerarquía venimos de ese pueblo y hemos recibido la fe de ese pueblo. Cuando los ministros se exceden en su servicio y maltratan al pueblo de Dios, desfiguran el rostro de la Iglesia con actitudes machistas y dictatoriales.  Es doloroso encontrar en algunos despachos parroquiales la “lista de precios” de los servicios sacramentales al modo de supermercado. El clericalismo es un látigo, es un azote, es una forma de mundanidad. Y el pueblo de Dios, el santo pueblo fiel de Dios sigue adelante con paciencia y humildad soportando los desprecios, maltratos, marginaciones de parte del clericalismo institucionalizado.”

El Señor nos libre de caer en esta tentación. Siempre hemos de pedir perdón por ceder ante ella. Ojalá los sacerdotes ejerciéramos nuestro ministerio como quien sirve a los hijos del mismo Dios Padre.


lunes, 23 de octubre de 2023

amor o nada

Domingo 29 de octubre

Amor o nada (Mt 22, 34-430).


¿Qué te ofrece quién te dice: “Te quiero”? ¿Qué acoges cuando ese sentimiento es mutuo y su declaración de amor te llega al alma?

En principio nada. Ninguna cosa nos da el amor, ni bienes materiales, ni prestigio, ni siquiera placer. Si buscamos el amor por cualquiera de esas cosas, no sería amor. Y, sin embargo, cuando nos sentimos amados se nos ofrece “un mundo”, la experiencia de vivir en plenitud, de ser más que nosotros mismos, un rincón vital en el que estar con quien amamos, habiendo perdido todo lo demás su importancia. Así lo viven los enamorados, así lo vive la madre que amamanta a su hijo, así lo vive quien reza, así lo vive quien mira a los ojos al que sufre. El mandamiento “amarás al Señor con todo el corazón y al prójimo como a ti mismo” contiene la Ley entera y los profetas. Todo está dicho en él: lejos de la impiedad y la mentira, lejos de la marginación y la injusticia, toda bondad verdadera mana de esa fuente.

Pero para que no nos engañáramos y viviéramos una versión románticamente edulcorada del amor, el Señor nos dio el mandamiento nuevo: “Amaos unos a otros como yo os he amado”. En el amor de Cristo podremos vivir, incluso nuestras luchas con la alegría del Espíritu Santo. El Espíritu nos permite vivir en el amor toda dificultad, toda circunstancia, y decir: “Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza.


lunes, 16 de octubre de 2023

Comunidades alternativas

Domingo 22 de octubre

Comunidades alternativas (Mt 22, 15-21).


No todas las parroquias tienen vida de comunidad cristiana. Una parroquia puede convertirse en un lugar de administración de sacramentos, donde se va a encargar misas y sacramentos; donde nadie se siente en su casa; donde todos, si pagan, se sienten con derechos. Cuando una parroquia se dinamiza en comunidad cristiana las personas crecen en gratuidad y en servicio alegre. Los que más colaboran, de su dinero sufragan muchas de las cosas que se necesitan; ofrecen su generosidad, su tiempo y su creatividad al Señor, y a la tarea de anunciar el Evangelio.

Cuando una parroquia vive en el Espíritu, ya no hay pobres ni ricos, cultos o incultos, puros o pecadores, todos son hermanos que comparten su vida y su buen humor con sencillez. Pocas cosas hay más hermosas. 

Al Señor, quienes querían ponerlo en un aprieto, le preguntan por el pago del impuesto al César. Él responde con una frase que pasará a nuestra cultura popular: “Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”. Que los niños tengan un techo, una comida y un colegio digno, es la voluntad de Dios. Que los jóvenes tengan la autonomía que aporta un trabajo digno es voluntad de Dios. Que los ancianos vivan seguros y sintiéndose queridos es voluntad de Dios. Dentro y fuera de la parroquia hemos de ir acogiendo la voluntad de Dios... “así en la tierra como en el cielo”. Ojalá cada parroquia fuera una comunidad alternativa que tiene su ley íntima en el amor. 


lunes, 9 de octubre de 2023

Obras son amores

Domingo 15 de octubre

Obra son amores (Mt 22, 1-14).


La esperanza en nuestra vida no se decide por un cálculo de posibilidades en el que nuestros deseos se ven reforzados. Si contemplamos las situaciones a las que nos enfrentamos: guerras desatadas, calentamiento climático y desertización, enajenación mediática de la conciencia personal..., en vez de llenarnos de esperanza nos dan ganas de salir corriendo. Pero la esperanza, corazón latiente de nuestra humanidad, tiene sus raíces en otro sitio, no es cálculo de posibilidades, sino respuesta al amor profundo e incondicional del Padre. 

Quien se sabe amado vive, si no en el cielo, en su antesala. Quien se sabe amado vive sin consentirse desesperar, porque la persona amada le ha regalado un mundo en el que su vida tiene sentido.

En los evangelios, Jesús compara el Reino de Dios con una comida de fiesta con amigos a la que su Padre nos invita, a nosotros y a los más pobres y alejados. Sabiéndonos amados y acogidos, queremos colaborar con ese proyecto del Padre desde la humildad de nuestra vida, poniendo nuestras capacidades al servicio de un mundo donde haya más justicia y más amor. Porque nos sabemos amados, queremos construir un mundo más luminoso y amable, con gestos concretos que sean semilla de un mundo nuevo. Qué hermoso es que nuestra vida sea semilla de la Ciudad Nueva en la que habite Dios con nosotros.


lunes, 2 de octubre de 2023

Parábolas como espadas

Domingo 8 de octubre

Parábolas como espadas (Mt 21, 33-43).


Jesús gustaba de hablar en parábolas. Así les hablaba a los campesinos de Galilea, y los invitaba a pensar y a trascender lo inmediato, y a poner su corazón en el tesoro de la fraternidad y de la confianza en el Padre. Pero también usa parábolas para hablar a los dirigentes de Jerusalén. Estas parábolas también son una invitación a que pensaran en su propia vida y a que se convirtieran; les plantean a los poderosos la renuncia a su egoísmo y su hipocresía, a su violencia y al desprecio con el que trataban a los sencillos; les exigen que den frutos de fe verdadera y de justicia. Pero no los dieron. Como decía el profeta Miqueas: “Esperó de ellos derecho, y ahí tenéis: asesinatos; esperó justicia, y ahí tenéis: lamentos”. Tanto fue así que lo mataron en la cruz. Eran parábolas como espadas.

También nosotros somos interpelados por estas parábolas “fuertes” de Jesús. También nosotros somos el pueblo que está llamado a dar frutos de fe y de justicia, y no siempre los damos. En vez de fe, vivimos devociones que se ligan a nuestros deseos y sentimientos, más que a la voluntad de Dios. En vez de justicia, vivimos gestos de asistencialismo que tranquilizan nuestra conciencia, pero que no construyen un mundo más humano y fraterno.

Una Iglesia centrada en devociones y sentimientos, que no se preocupa de los pobres, ni tiene fuerza misionera, que no predica la cruz de Cristo, sino que solo se queda con sus milagros... ¿es la Iglesia que Dios quiere?


lunes, 25 de septiembre de 2023

Los de toda la vida

Domingo 1 de octubre

Los de toda la vida (Mt 21, 28-32).

Presumimos de cristianos viejos, de estar en la iglesia, o en el pueblo, o en tal o cual sitio desde siempre, y nos parece que eso nos da derecho a estar y a opinar, a vivir y a ser más que los otros. Es una suerte de orgullo y de prepotencia, de marginación y de rechazo del otro que toma como excusa alguna razón superficial. Todos somos personas, todos somos hermanos, todos somos hijos de Dios.

En tiempos de Jesús, los fariseos y los saduceos despreciaban a los pobres y a los sencillos; se consideraban superiores, con más derechos. Jesús les contrapone una frase tan sorpresiva como contundente: “Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios.” Condenaban a los publicanos por sus actitudes políticas, de colaboración con el imperio romano; y a las prostitutas por sus comportamientos sexuales, a pesar de que sin “clientes” no habría esta clase de explotación; condenaban, pero no eran ningún ejemplo.

Antes de condenar a nadie, antes de rechazar y de echar la culpa de todos nuestros males a un grupo de nuestra sociedad tendríamos que preguntarnos si no seremos como el hijo mayor de la parábola, aquel que cuando el padre le dice que vaya a trabajar a la viña dijo, inmediatamente que sí, pero después no fue. No presumamos de “ser de los de siempre” y, después, ni siquiera vayamos a misa; que nos gloriemos de ser los más “españoles” sin aportar nada a nuestro país.


martes, 19 de septiembre de 2023

Justicia divina

Domingo 24 de septiembre

Justicia divina (Mt 20, 1-16).

Se apela a la justicia divina cuando los injustos y los violentos triunfan en esta tierra, y se enseñorean sobre los humildes y los buenos. Entonces confiamos en que llegue el día en que el Dios haga la justicia que los hombres no hemos sido capaces de hacer. Y no nos falta razón: Dios no deja impune a quien inflige sufrimientos a los pobres y a los débiles. 

Pero la justicia divina tiene otra dimensión que se muestra en una parábola de Jesús sobre los trabajadores de una finca, a los que el dueño pagó a todos un denario, aunque unos habían trabajado todo el día y otros solo unas horas; comenzando el pago por los últimos; los primeros se hicieron la ilusión de que iban a cobrar más, pero no fue así. 

En esta parábola se nos muestra que la justicia divina consiste en querer que todos, todos, tengamos trabajo y un sueldo suficiente para nuestra familia. Todo lo que no sea que las familias trabajadoras tengan lo necesario es injusto. Pero la justicia divina consiste también en que los discípulos de Jesucristo tengamos preferencia por los últimos de nuestro pueblo. Sea por enfermedad o discapacidad, sea por marginación social, sea porque su cultura es distinta, sea por una situación de debilidad en su vida...; por el motivo que sea hemos de tener predilección por los últimos.  “Es injusto”, diremos alguna vez. Será injusto para los hombres, pero la justicia divina nos asegura el castigo del injusto, y nos pide que, para nosotros, los últimos sean los primeros.


lunes, 11 de septiembre de 2023

La sabiduría del perdón

Domingo 17 de septiembre

La sabiduría del perdón (Mt 18, 21-35).


El libro del Eclesiástico es uno de los libros que la reforma de Lutero y Calvino excluyó de la Biblia. Eran libros de redacción más tardía, alrededor de 200 años antes de Jesucristo; y que en tiempos de Jesús de Nazaret y san Pablo eran considerados libros sagrados. Este es considerado por la Iglesia como Palabra de Dios desde la primera época.

Fijaos la sabiduría, la hondura espiritual y la consonancia con el mensaje de Jesús de este texto: “Del vengativo se vengará el Señor y llevará estrecha cuenta de sus culpas. Perdona la ofensa a tu prójimo, y se te perdonarán los pecados cuando lo pidas. ¿Cómo puede un hombre guardar rencor a otro y pedir la salud al Señor? No tiene compasión de su semejante, ¿y pide perdón de sus pecados?” (Eclo,27, 33)

El rencor es mal consejero, y puede arruinar la vida de las personas con su acidez corrosiva. ¿Cómo podemos guardar rencor quienes somos pecadores y le hemos hecho daño a quien más queríamos, no una vez sino muchas veces? Perdonar es un gesto de justicia y de sabiduría. Por eso Jesús ante la pregunta de Pedro, sobre cuántas veces hay que perdonar responde: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”. Piensa en esa persona a quien no has perdonado todavía; reza por ella; y haz lo que puedas para vivir con paz y con perdón; no tientes a tu Señor.


lunes, 4 de septiembre de 2023

Abrazado y al oído

Domingo 10 de septiembre

Abrazado y al oído (Mt 18, 15-20).



Un día, en la parroquia en la que estaba, presencié un hecho que me llamó la atención. Una persona le recriminó a otra que estaba haciendo algo mal; es verdad que esta persona entendía de aquel tema, pero hizo su corrección con muy poco tacto, con acritud, incluso con soberbia, como quien lo sabe todo. Estas dos personas no tenían una relación muy estrecha, y esa relación no era de superior a inferior; y, sin embargo, la persona a la que habían corregido escuchó lo que le decía, y sin hacer caso a los malos modos de la otra, lo aceptó y aprendió de lo que le decía. Al día siguiente yo alabé a una su humildad, y madurez; y a la otra le hice ver que sus modos y sus palabras hubieran merecido no ser escuchada.

Para aceptar nuestros errores y recibir las recriminaciones que nos hacen necesitamos sentirnos íntimamente acogidos. La mejor forma en la que un niño acepta sus errores es abrazándolo y hablándole al oído. Solo aceptamos de buena gana la corrección de quien nos quiere y cuando está hecha con cariño.

Cuando experimentamos en profundidad que somos hijos de Dios y que Él nos ama incondicionalmente, nos resulta fácil reconocer nuestros límites, aceptarlos con serenidad e iniciar una y mil veces el camino de nuestra conversión. Somos discípulos, siempre seremos discípulos aprendiendo de Jesucristo, que nos habla en cada persona y en cada circunstancia... abrazándonos y al oído.


lunes, 24 de julio de 2023

Pan partido

Domingo 30 de julio

Pan partido (Mt 13, 44-52).



En muchos momentos “nadar y guardar la ropa” es necesario y prudente. Algunos riesgos hay que correrlos con red. No merece la pena arriesgar toda la vida por el beneficio de un negocio; ante un conocido que todavía no es amigo, no podemos fiarnos del todo. Pero en otros momentos, cuando llega la hora hay que vivir como pan partido, apostando toda la vida a la llamada del amor. 

Ni con un hijo, ni en la relación de pareja, ni en la experiencia de fe debemos “nadar y guardar la ropa”. Eso sería vivir a medias; sería medio vivir. Hay momentos en los que debemos apostar todo lo que somos, todas nuestras capacidades y valía. Y sin miedo a perder; en estas situaciones quien pierde es quien se reserva. Salgan o no salgan las cosas como pensamos, habremos vivido con sinceridad y entrega, con amor y con valentía. Habremos simplemente vivido. El pan y los lirios, si se reservan se endurecen y se secan. ¿Te arrepentiste alguna vez de haber amado?

Un saludo y buen verano. Hasta septiembre.


lunes, 17 de julio de 2023

La pandemia de meter cizaña

Domingo 23 de julio

La pandemia de meter cizaña (Mt 13, 24-43).


La cizaña es una planta de apariencia semejante al trigo, pero cuyo fruto contiene un principio tóxico, y tiene una gran capacidad de propagación por lo que se extiende rápidamente y es difícil de extirpar.

Las críticas destructivas y los rumores falsos, mientras más escandalosos y dañinos con más facilidad de que se extiendan, son formas de “meter cizaña”. Alentar los enfrentamientos de unos con otros sabiendo yo quedarme fuera de esa pelea es “meter cizaña”. Socavar la confianza de una persona en la tarea que tiene que realizar, señalarle solos sus defectos sin valorar positivamente sus virtudes es una manera de “meter cizaña”. Engañar haciendo ver que el mal tiene más peso que el bien, que no merece la pena buscar el bien común, desalentar la generosidad y la entrega..., todo esto es también “meter cizaña”.

¿Y qué se aprovecha para sembrar cizaña? Nuestro orgullo herido, nuestra envidia excitada, nuestras frustraciones y ansias insatisfechas, nuestra codicia, el andar comparándonos con los demás como si no fuéramos, todos, personas con dignidad e hijos de Dios. Sembramos cizaña cuando estamos amargados, y nuestra amargura es esa semilla tóxica que se contagia como un coronavirus. Ante la cizaña, solo verdad y amor --no se combate lo amargo con hiel-, comprensión con el que vive frustrado, que el amor de Dios es nuestra vacuna; y nos tendremos que poner tantas dosis como nos hagan falta, no tienen contraindicación. 


martes, 11 de julio de 2023

La fuerza de la semilla

Domingo 16 de julio

La fuerza de la semilla (Mt 13, 1-23).



Arqueólogos que investigan las pirámides de Egipto encontraron semillas de trigo en el interior de una de sus estancias. La sequedad del ambiente había impedido que germinaran. ¿Podrían germinar esas semillas miles de años después de ser allí depositadas? Sí. La fuerza de las semillas sorprende. Son pequeñas, casi insignificantes; su aspecto es como el de un guijarro pequeño e inerte; algunas son frágiles, y con la yema de los dedos se las rompe; pero tienen vida en su interior, y cuando tienen unas mínimas condiciones germinan y reinician el ciclo de la vida.

Las parroquias hemos de ser semilleros. Las comunidades cristianas hemos de crear un ámbito donde los niños, los jóvenes y los adultos acojamos en nuestro interior las pequeñas semillas de la fe, y con nuestra vida y palabra la vayamos esparciendo en todo momento. Cuánta fuerza reparadora tiene la semilla del perdón, y de la bondad, y de la preocupación por el más pobre; cuánta fuerza de esperanza tiene la confianza en Dios Padre, y mucho más en un Dios Crucificado por amor a nosotros; cuánta fortaleza da la conciencia de ser semilla enviada al mundo para que se inicie en todos lados el dinamismo de una vida nueva, de una alegría nueva. 

De que la semilla dará fruto no tienes que preocuparte; solo de que la semillas que atesoras dentro de ti sea de puro Evangelio: de acogida del inmenso amor del Padre, de un amor a los pobres que nos urge y nos conmueve.


martes, 4 de julio de 2023

Qué hermosa es nuestra fe

Domingo 9 de julio

Qué hermosa es nuestra fe (Mt 11, 25-30).


Qué hermosa es nuestra fe. Contemplamos a los grandes de la tierra a bordo de grandes coches y de aviones privados a costa del sudor de los más débiles; y el Señor del cielo y la tierra entra en la historia a lomos de un burrito como príncipe de la paz, aclamado por los niños. ¿A quién podía ocurrírsele sino a Dios? Ya hizo que su hijo viniera a este mundo en un pobre pesebre compartiendo su suerte con los que no éramos nada, hasta que él nos hizo hijos del Padre.

Contemplamos en los evangelios a los primeros discípulos de Jesús saliendo por las aldeas de galilea, nerviosos y dubitativos, y no podríamos sospechar que era el mismo Espíritu De Dios el que los guiaba. Jesús mismo se llenó de la alegría del Espíritu cuando se lo contaban. Contemplamos en nuestra vida pequeñas victorias sobre nuestro egoísmo y nuestra cobardía y sabemos que es Dios mismo el que va aquilatando nuestro corazón con el fuego de su amor.

Qué hermosa es nuestra fe que descubre en lo pequeño y aparentemente insignificante la presencia de un Dios que es amor. El amor no nos da nada y nos lo da todo, nos regala todo un mundo compartido en el que vivir en cualquier circunstancia la plenitud. Qué hermoso y qué bello es Nuestro Señor Jesucristo; sin él nada tiene peso verdadero; a él podemos ir los que estamos cansados y agobiados y encontrar en él nuestro descanso.


martes, 27 de junio de 2023

Consagrados al Señor

Domingo 2 de julio

Consagrados al Señor (Mt 10, 37-42).


La vocación de consagración ha sido y es una inmensa riqueza de la comunidad cristiana. Desde la tradición judía hubo personas que se consagraron a cumplir la voluntad de Dios aceptando renunciar a su familia e, incluso, a crear su propia familia, con todo lo que ello conlleva. El ministerio profético, muchas veces exigió ser asumido desde la consagración de toda la persona a la misión. Una vida itinerante, insegura, exponiéndose a la persecución, vivida en pobreza radical, como la de Jeremías, Elías o Juan el Bautista, no era compatible con tener la propia familia. La grandeza y el amor de Dios llenaba su alma.

En nuestra iglesia sigue habiendo hombres y mujeres que acogen la llamada a consagrarse por entero a la misión y a la voluntad de Dios. A ejemplo del evangelista Juan, de san Pablo y de muchos de los primeros evangelizadores, los sacerdotes, las religiosas, hombres y mujeres llamados a la misión entre los más pobres acogen la consagración al Señor como un don. La comunidad cristiana ha de acoger su entrega al servicio como un don.

Todo don personal es también una tarea. Por parte de la persona que se consagra para ser fiel a una vocación exigente y radical. También para la comunidad creyente es un don y una tarea. Las familias y las comunidades han de cuidar que sus jóvenes puedan abrirse a la hermosura y la grandeza de un amor de consagración que nos hace vivir más allá, incluso, de lo que somos.


lunes, 19 de junio de 2023

Preparar el camino

Domingo 24 de junio

“Preparar el camino” (Lc 1,5-17).


La misión de Juan el Bautista fue la de preparar el camino al Señor, así lo reconoce él mismo en el evangelio. Quizás sea esa la misión de cada uno de nosotros: “Preparar el camino para que los demás puedan abrirse a la salvación que el Señor trae a sus vidas.” 

Ya quisiéramos algunas veces ser palomas que vuelen al corazón de quién queremos para que abandonen las actitudes con las que se destruyen y hacen daño, pero no está en nuestro poder. Abrir las puertas al Señor de la verdad dejando a un lado las ideologías que enfrentan y laminan la fraternidad está, solo, en la voluntad de la persona y en el amor de Dios. Acoger la bondad de la Creación y los gestos de amor de los demás para que nuestro corazón siga los latidos de la Vida, solo está a disposición de uno mismo. Reconocer nuestras debilidades y nuestros pecados, abrazar nuestra impotencia para dejar que Dios se haga fuerte en nuestra debilidad, solo lo puede hacer cada uno.

Pero sí podemos ser “Juan el Bautista”. Con nuestro testimonio humilde y valiente, con nuestras palabras sencillas y significativas, con nuestra denuncia de lo que deshumaniza y nuestros gestos de acogida incondicional podremos preparar el camino para que quién está cerrado al amor de Dios encuentre motivos para preguntarse si podrá ser que este mundo tenga sentido y que el ansia de luz que tiene en su corazón tenga respuesta.

lunes, 12 de junio de 2023

Sobre alas de águila

Domingo 18 de junio

“Sobre alas de águila” (Mt 9, 36-10, 8).


“Os he llevado sobre alas de águila”, le dice el Señor a su pueblo para animarlos a afrontar el camino hacia la tierra prometida. Una imagen bellísima que hace referencia a los polluelos de águila, que cuando se inician en el vuelo, si se desequilibran y comienzan a caer, alguno de sus padres vuela debajo de ellos y con el aire del vuelo de sus alas, les dan el equilibrio y el impulso que necesitan para seguir volando; sin tocarlos –porque eso sería fatal-, sin que lo sepan, están pendientes de ellos y los siguen cuidando.

Así el Señor nos cuida a nosotros. Nos envía con su misma misión de anunciar el evangelio a los pobres, con nuestras palabras y nuestras acciones. Pero sabe de nuestras fragilidades, de lo fácil que confundimos el bien con nuestros propios deseos, el mal con el dolor que causan nuestras propias heridas. Él también, como el águila, nos incita a volar, nos llama a poner toda nuestra energía y creatividad en ir construyendo un mundo que sea una mesa de hermanos donde se comparte el pan, a vivir en plena comunión con él. Y cuando nos desviamos, cuando perdemos el camino, sin que lo sintamos exteriormente, nos ayuda a seguir caminando en la senda que él abrió.

“La mies es mucha y los trabajadores son pocos”, pero no te preocupes, que el que te llama a seguirlo, en lo concreto de tu vida se hará presente, y te mostrará su protección. Salta del nido y vuela, que para volar hemos nacido.


lunes, 5 de junio de 2023

Prueba de vida

Domingo del Corpus

Prueba de vida (Jn 6, 51-58).

La forma pagana de creer en Dios lo entiende como ajeno a nuestra vida; nosotros, con ofrendas y sacrificios, podemos ganarnos su favor. Así lo viven muchas personas. El creyente entiende a Dios cerca de nosotros, acompañándonos en el camino de nuestra vida, protegiéndonos en todo momento, y dejando que desde nuestra libertad crezcamos y maduremos como personas.

Es coherentemente paradójico cómo, los que creemos en Dios, vemos las dificultades de nuestra vida, las enfermedades y los problemas como pruebas de un Dios que nos ama y nos protege. Dios nos quiere y nos acompaña en ellas, no nos quiere niños malcriados que no saben amar. El Señor quiere que aprendamos a amar, y en algunos momentos las lecciones son duras.

La eucaristía, sacramento del cuerpo de Cristo entregado en la cruz y resucitado por nosotros, es signo de esta realidad amantemente contradictoria. La eucaristía nos acompaña en nuestras debilidades y nuestras alegrías, en nuestras dificultades y nuestras fortalezas, en lo íntimo de nuestro corazón y, en estos días, haciéndose presente en las calles y barrios de nuestros pueblos. 

Dios no espera que vayamos a verlo, él se adelanta siempre, viene a buscarnos para acompañarnos y para que hagamos de toda nuestra vida un camino de fe, en el que acoger a Dios y a los más pobres, en el que alabar su bondad.


lunes, 29 de mayo de 2023

Vocación de comunión

Domingo de la Trinidad

Vocación de comunión (Jn 3, 16-18).

Estamos hechos, nos dice la Biblia, “a imagen y semejanza de Dios”, y por eso para descubrir quiénes somos debemos acudir a Dios, y para descubrir quién es Dios hemos de acudir a lo más auténticamente humano de nosotros. Y lo más auténticamente humano de la persona es la llamada a la comunión que percibimos en todo lo que hacemos y vivimos.

La familia en la que crecemos está llamada a ser imagen de la comunión del Padre, el Hijo y el Espíritu. Nuestro anhelo de encontrar buenos amigos con los que compartir vida, es signo de la comunión que nos hace ser. La relación de pareja es el icono más profundo de la Trinidad. En la Trinidad todos se entregan por entero, y en eso está su gozo; nadie busca lo suyo ni pretende protagonismo, el Hijo sabe que le debe la vida al Padre y éste le entrega toda su vida al Hijo; ninguna de las tres personas es más que las otras y reciben la misma adoración y gloria. El Espíritu que se nos comunica es justo el Amor entre el Padre y el Hijo.

También la Iglesia, nuestra comunidad, ha de ser imagen y signo de esta comunión trinitaria. También nuestra sociedad ha de configurarse de manera en la que todos busquemos el bien común, el bien de los más débiles y encontrar en eso nuestro gozo. El egoísmo siempre es triste y entristece. La alegría del compartir se ve colmada con la paz profunda que procede de la comunión íntima con Dios. Descubre en ti ese anhelo profundo de comunión.


lunes, 22 de mayo de 2023

Necesitamos tu Espíritu

Domingo de Pentecostés

Necesitamos tu Espíritu (Jn 20, 19-23).


Sin tu Espíritu, Señor, no podemos avanzar; sin tu Espíritu nos faltan la ilusión y la fuerza, nos falta la alegría del evangelio, no podemos amar de verdad. Sin tu Espíritu nos acostumbramos a las injusticias; y acabamos por no ver el sufrimiento de nuestros hermanos. Sin tu Espíritu nos acostumbramos con nuestros pecados y todo se vuelve justificaciones de nuestros pactos con la mediocridad. Nuestro amor se vuelve tibio, nuestros pensamientos excusas, nuestras verdades relativas, nuestro compromiso se reduce a una frase redonda y manida en alguna red social. 

Sin tu Espíritu nuestra vida se hace vieja. Necesitamos tu Espíritu que nos lance a anunciar el Evangelio a todos nuestros hermanos, a ser testigos de tu amor y tu justicia en medio de las oscuridades de nuestro mundo.

En España, en el año 2023 los enfermos de cáncer con fuertes sufrimientos tienen que pagarse de su bolsillo los medicamentos “de rescate” del dolor; y si no lo tienen no hay respuestas a sus punzadas. En nuestros pueblos la mayoría de los jóvenes no pueden pagarse una vivienda donde realizar su futuro, donde caminar en familia. En nuestro país se dedica más dinero a financiar abortos que a apoyar a las familias numerosas; y se hacen cuentas sobre cuánto dinero nos ahorrará la ley de la eutanasia. 

Y los cristianos parecemos dormitar, pagados de tradiciones, conformistas con nuestra falta de energía evangélica. Necesitamos más que nunca tu Espíritu, Señor, que nos haga reaccionar.


martes, 16 de mayo de 2023

Ascensión del Señor

Evangelio del Domingo de la Ascensión

“Cuando callas...”.


Me gustas cuando callas porque estás como ausente,

Y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca. ...

Déjame que me calle con el silencio tuyo.

En el silencio de la persona que amamos encontramos su intimidad, su ser inaccesiblemente cercano, el misterio de su persona que no queremos desvelar porque amamos el misterio. Cuando la persona que amamos calla, y camina en silencio a nuestro lado nos hace más libres, más auténticos, más nosotros mismos. A veces, tanta palabra se convierte en palabrería, y necesitamos la música callada de su mirada, que nos contempla atareados viviendo, creando. 

La ascensión de Jesucristo es esto mismo. Jesús asciende y nosotros contemplamos su silencio que nos descubre la inmensa grandeza de su ser. Jesús asciende y nos deja en radical autonomía, absolutamente responsables de nuestra vida, de nuestro mundo, de nuestro hermano. Jesús asciende y permite una nueva comunión con Él a toda persona, sea cual sea el lugar en el que se encuentre, el momento que esté viviendo de su historia. Jesús asciende y, por eso, lo podemos encontrar en la profundidad más cotidiana. Él, en cambio, abre el espacio de nuestra vida para que seamos nosotros mismos.  

Déjame que te hable también con tu silencio

Claro como una lámpara, simple como un anillo.

Eres como la noche, callada y constelada.

Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

La poesía es siempre más que el poeta.


lunes, 8 de mayo de 2023

Dar razón de nuestra esperanza

Evangelio del Domingo

Dar razón de nuestra esperanza (Juan 14,15-21)

Más allá de las estructuras de la Iglesia, lo más importante y lo que define de verdad a la comunidad de los cristianos es el anuncio del evangelio con la vida. En circunstancias muy distintas, en contextos culturales y políticos diversos, en medio del “beneplácito” de las autoridades o de la persecución más o menos abierta, la Iglesia pervive por el anuncio que los creyentes concretos hacemos del Evangelio de Jesucristo. Cuando un creyente testimonia que Cristo es el sentido verdadero de su vida, la iglesia, no es que crezca, se realiza, es lo que está llamada a ser.

Lo que tú haces cotidianamente al decir con sencillez que eres cristiano, que participas en la iglesia, que rezas al Señor con confianza, que intentas vivir con las actitudes de servicio y amor al pobre con las que él vivió, lo que haces cotidianamente como cristiano esto es lo más importante, lo esencial de la iglesia, y no puedes cejar en esa tarea de evangelización. Las misas, las oraciones, las catequesis, los grupos eclesiales... todo es importante y necesario, pero lo esencial es que cada cristiano dé testimonio de que en Cristo encuentra la luz y la fuerza, el consuelo y los desafíos que le hace vivir con esperanza.

No abandones nunca la actitud humilde de quien se sabe sostenido por el amor del Padre. No cejes nunca de vivir en el bien porque es Jesucristo mismo quien reza por ti y promete enviarte su Espíritu. La caridad que Cristo pone en nuestra vida nos urge a vivir como Él, acogiendo la llamada que nos hace a dar razón de nuestra esperanza.


lunes, 1 de mayo de 2023

Palabras sencillas

Evangelio del Domingo

Palabras sencillas (Juan 14,1-12)


Las comparaciones que se hacen de Jesús en el Evangelio son siempre con realidades muy sencillas: el camino, la puerta, la roca, la vid, el sembrador... El encuentro con Él en nuestra vida también se produce en lo sencillo, en el lado humilde de la vida.

Ese lado pobre y humilde de la vida es vivido, sobre todo, en la familia, en nuestra familia, con sus luces y sus sombras, con sus limitaciones y sus riquezas. En la familia aprendemos a ganar y a perder en los juegos con nuestros hermanos. En la familia aprendemos que siempre tenemos que ir al ritmo del más pequeño, del más débil. En la familia aprendemos a acoger con paciencia los defectos o las “peculiaridades” de los demás. En la familia aprendemos a amar, al ser amados incondicional y gratuitamente.

En la familia aprendemos la dignidad del trabajo y del trabajador, y lo que sufren los pobres cuando falta el sustento diario o se consigue en constante inseguridad. En la familia aprendemos el sentido profundo y verdadero de la justicia social y de la solidaridad.

En la familia se nos despierta al sentido profundo de la vida, a la belleza y a la armonía, a la dignidad personal y a la compasión con el que sufre. En la familia se nos abre a la confianza cierta de que el amor tiene la última palabra, a la fe sencilla, alentada en la respiración misma, de que lo primero es Dios. “Vosotros sois mis hermanos, somos una familia”, otro nombre sencillo que Cristo se da a sí mismo.


lunes, 24 de abril de 2023

Pronto, elecciones


Evangelio del Domingo

Pronto, elecciones (Juan 10,1-10)


El evangelio de la eucaristía del próximo domingo es el texto tan hermoso del Buen Pastor. “El buen pastor conoce a sus ovejas, y ellas conocen su voz”. “El que salta y trepa no es sino un ladrón y un bandido”. “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”.

Todos estamos llamados a ser signos del buen pastor con las personas con las que convivimos. Especialmente los padres y los abuelos con sus hijos y nietos; los maestros, profesores y catequistas con los niños y jóvenes que tienen encomendados. También al ejercicio del ministerio sacerdotal se le llama trabajo “pastoral”. Los representantes del pueblo y, especialmente, los que gobiernan por mandato del pueblo tienen también una misión especial de conducirnos por caminos de mayor justicia y verdad. Han de ser signos del buen pastor.

Todo tenemos que hacerlo, pero especialmente los que proyectan dedicarse a la política tienen que pensar cuáles son sus motivaciones últimas y su fortaleza moral. Si en el ejercicio de la función pública vas a poner los intereses propios o los de tu partido por encima del bien común, no te presentes. Si no estás capacitado para gestionar, con ideas nuevas y con honradez, el dinero de todos, el dinero de los pobres, no te presentes. Si sabes que hay algo en tu vida que van a aprovechar para extorsionarte y hacer que tus decisiones sean partidarias e interesadas, mejor no te presentes. Sé que esto es exigente, pero necesitamos políticos honrados y capaces, que miren más allá de las ideologías y que busquen el bien común.


martes, 18 de abril de 2023

Palabra de Vida

Evangelio del Domingo

Palabra de vida

Después de la muerte de Jesús, sus discípulos se hundieron en la más terrible oscuridad. Habían perdido un amigo; las esperanzas para la libertad de su pueblo se esfumaban; y eran conscientes de que habían visto morir agónicamente al mejor de los hombres que podía dar la historia.

Con esa experiencia tan dura, dos de ellos, uno llamado Cleofás y otro, del que no se dice el nombre, conversaban y discutían caminando. Hablaban sobre las promesas de la Primera Alianza, sobre Moisés y los Profetas, y sus anuncios de salvación. Al principio no se dieron cuenta, pero en esa lectura de la Biblia Jesús en persona se hizo presente en ellos, y les fue mostrando el sentido y la esperanza que había en su vida; les recriminó su cerrazón de corazón y los afianzó en la verdad de haber seguido a Jesucristo. Su corazón ardía al ver cómo la Escritura iluminaba sus vidas, su oscuridad.

Los creyentes tenemos que hacer lo mismo: la Biblia ha de ser nuestro libro de oración. Leer una palabra y encontrar en ella la palabra de esperanza que Dios tiene para nosotros; ir a la Palabra con nuestra vida y descubrir cómo nos desvela un sentido profundo y lleno de amor, en lo que a nosotros nos llenaba de zozobra o nos pasaba desapercibido. Qué importante es tener la Biblia como libro de oración.

Cleofás y el otro (aquí puedes poner tu nombre) acogieron la verdad plena de lo que escucharon al partir el pan, y reconocer a su Maestro vivo y fuente de vida.


lunes, 10 de abril de 2023

Signo de Resurrección

Evangelio del Domingo

Signo de Resurrección

Hombres y mujeres, niños y mayores, padres e hijos, consagrados y familias... todos en silencio, cada uno acogiendo la gracia del inmenso don del Padre; primero en la memoria de la última cena, después en el recuerdo adusto de la pasión, pero, por fin, en la alegría luminosa y en la esperanza de la Pascua de Resurrección. El mayor signo de la resurrección de Jesucristo es la fe de los creyentes, la comunidad cristiana.

No somos perfectos, es cierto; cada uno de nosotros podemos dar cuenta de nuestro pecado; pero todos tenemos la buena levadura de la Vida Nueva de Cristo en nuestra alma. Con esa levadura los niños y los jóvenes crecen y se levantan hacia el bien y la alegría; con esa levadura los mayores nos mantenemos firmes en la misericordia y en la ternura para con los necesitados; esa levadura levanta el ánimo de los enfermos y los ancianos en el tránsito por el dolor, incluso a muerte. Cristo es para todos, luz. Cristo es para todos fortaleza y sentido de la vida. Por eso en la Pascua la lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles da razón de que la vida de las comunidades, en sus ambigüedades y dificultades, es el mayor signo de la Vida Nueva de Cristo.

“Paz a vosotros”, nos sigue diciendo el Señor; “paz a vosotros”; las llagas de sus manos y su costado son el signo de que su amor fue más fuerte que la violencia asesina. También cuando nos llegue el momento de vivir situaciones de dolor, o cuando nuestros hermanos las vivan, podremos testimoniar a Cristo Resucitado; porque tendremos vida y daremos vida en su Nombre.


lunes, 3 de abril de 2023

Humanamente divino

Evangelio del Domingo

Humanamente divino (Triduo Pascual)


Los evangelios, nos dicen los que estudian la Biblia, comenzaron por ser una narración de la Pasión del Señor. La noche en que fue apresado y su camino hasta la cruz son narrados con tantos detalles que invitan a reconstruirlos minuto a minuto. Toda la vida de Jesús de Nazaret fue para sus discípulos una manifestación del poder y de la voluntad de Dios para la vida de las personas. A la luz de la resurrección, su muerte se volvió también luminosa.

Fue tan sorpresivo que el Mesías acabara en manos de los pecadores; fue tan terrible verlo sufrir. Se les conmovió el ánimo hasta la médula, y entendieron que el acontecimiento en el que el Padre había revelado más claramente su amor no fue uno de los milagros, ni su enseñanza más acabada estaba en una de las parábolas, sino su muerte en la cruz, su manera de entregarse y de entregarnos su vida hasta el último aliento. Cuando Jesús muere nos entrega su Espíritu.

En la muerte y resurrección del Señor comprendieron que quien lo acoge en la fe es acogido incondicionalmente por Él; que participar de su entrega por las personas, en la manera en que la vida de cada uno vaya alumbrando, es participar también de su resurrección; que Él es el Camino y la Vida.

Tantos caminos recorridos junto a Él, tanta vida compartida, y al final en su muerte pueden descubrir que es la resurrección y la vida verdadera.


lunes, 27 de marzo de 2023

Dolorosamente humano

Evangelio del Domingo

Dolorosamente humano (Mateo 26.27)


Iniciamos la semana de pasión, la Semana Santa que culmina en la cumbre luminosa de la resurrección de Cristo. Muchos momentos de una densidad humana y religiosa imponderable van a ponerse delante de nuestro corazón creyente: la Magdalena ungiendo los pies del Maestro, profetizando su entrega; su entrada entre vítores en Jerusalén, proclamado Hijo de David; la expulsión de los mercaderes del Templo y su enfrentamiento con las autoridades de su tiempo; la traición de Judas; la última cena; la oración en el Huerto; el juicio en el que los sacerdotes se condenan; la flagelación y las burlas de los soldados; la sentencia de la autoridad civil; el abrazo a la cruz; el perdón a los enemigos en el mismo suplicio; la mirada a su Madre, su entrega en los brazos del Padre...

Es este un tiempo en el que nuestra oración tiene que dejar de ser meditación moral sobre nosotros mismos, y abrirse al poder infinito de la impotencia de Dios, a la riqueza de la pobreza del Hijo, a las razones del silencio del Padre. Nuestra oración ha de dejar de razonar y meditar para abrirse a la contemplación. La cruz de Jesús invita a guardar, primero, un silencio respetuoso, después, un silencio lleno del amor, no del nuestro –que es débil y voluble- sino del amor en Él contemplado.

El amor es más fuerte que la muerte, proclamaba el Cantar de los Cantares; el amor es siempre semilla de esperanza. 

Recemos por mons. Álvarez, obispo encarcelado en Nicaragua. 


miércoles, 22 de marzo de 2023

Huele a muerto (Jn 11,3-45)

Evangelio del Domingo

Huele a muerto (Juan 11, 3-45)


Perdóneme la expresión, pero en nuestra vida, muchas veces, “huele a muerto”.

“Huele a muerto” en nuestras instituciones, en las que parece que se ha naturalizado la corrupción y la ineptitud sin que lleguen dimisiones ni destituciones. Solo es grave la corrupción de los otros. Cuando esto sucede así, y hasta los altos cargos de la judicatura tienen “sensibilidad partidista”, nuestro sistema institucional va degenerando en democracia de baja intensidad.

“Huele a muerto” en nuestra cultura, en la que se está asumiendo que el tener hijos, en vez de ser la máxima realización del amor de una pareja, se entiende como una esclavitud, como una rémora para la propia felicidad. Ha tardado en llegar, pero el espejo del aborto es la eutanasia; parece que la vida que no responde a la ley del consumismo no tiene dignidad. ¿Es coherente defender la diversidad de las personas y tener como justificación del aborto la discapacidad del niño que va a nacer?

El egoísmo y el miedo, las ideologías de rechazo al otro y de cerrazón al misterio de la vida son veneno para que el amor, verdadero dinamismo del alma humana, pueda desarrollarse. Necesitamos salir de nuestras tumbas y encontrarnos unos con otros; necesitamos salir de nuestros sepulcros y acoger el don de la vida. En el evangelio de esta semana, Jesucristo se nos muestra como la resurrección y la vida; acogernos a Él, en cualquier circunstancia, es camino de vida plena. 

lunes, 13 de marzo de 2023

De la luz a la oscuridad

Evangelio del Domingo

De la luz a la oscuridad (Juan 9, 1-38)

Educados en una familia cristiana, con sus más y con sus menos, como todas; alentados a ser compasivos con el que sufre, aunque no todos diesen ejemplo; sabiendo que tenemos que poner a Dios como lo primero... nos habíamos acostumbrado a vivir en una situación de luz. Los derechos humanos, la igualdad de la mujer, la familia como vínculo de amor, la compasión con los pobres han sido valores de nuestra cultura cristiana. Tan connaturales con nuestro modo de ver la vida son que nos parecían inconmovibles. 

Pero no así, estamos volviendo a la oscuridad de olvidar que el amor solo se vive en familia; de ver a quien no piensa como nosotros como enemigos; de tener al dios de la guerra en la cúspide de un Olimpo politeísta en el que vivimos desorientados. Los valores sociales son tan dispersos que ya no tienen la capacidad de orientar con sensatez la vida de niños y adolescentes, que andan, muchas veces, perdidos al pairo de modas que pueden destruirlos.

En toda situación, quien tiene la capacidad de llevarnos de la oscuridad a la luz es el encuentro personal con Jesucristo. Él, desde nuestro corazón, compartiendo con nosotros, el barro, la realidad que vivimos, abre en nuestra vida el camino de la plenitud del amor. La fe en Jesucristo tiene la fuerza de ir encaminando a los niños y a los jóvenes, a los mayores y a los ancianos, a los matrimonios y a los consagrados por la senda de la alegría sencilla y del amor entregado. Él es la luz.