Evangelio del domingo 4 de octubre de 2020
Humanizando
el mundo (Mateo 21, 33-43)
Dios hizo el mundo en seis días y al séptimo
descansó; y nos dejó a las personas la tarea de humanizar el mundo, la tarea de
hacer de una naturaleza a veces salvaje y amenazadora un hogar para todos. Todo
nuestro trabajo ha de tener ese objetivo. El carpintero que hace sillas y
mesas, hace de nuestro mundo un hogar más cómo y humano; el agricultor que siembra
y recoge el trigo, junto con el panadero que prepara el pan, hacen de este
mundo un hogar en el que todos tengan el alimento necesario; el poeta que canta
al amor y al dolor, el artista que desnuda los interrogantes de nuestra alma…;
todos hacemos más humano nuestro mundo. Tú también cuidando las plantas,
atendiendo a tus niños, transportando mercancías o gestionando papeles en la
oficina; todos podemos trabajar por hacer más humano el mundo que Dios nos ha
regalado. Nuestro trabajo es así una misión, un hermoso encargo.
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